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(ES) Café con Leche #5 - Viernes 29 de Agosto, 2025-Español

Bienvenidos a Café con Leche, el pódcast bilingüe semanal donde exploramos las noticias internacionales más importantes, mientras aprendemos y practicamos inglés y español. Aquí mezclamos análisis global con aprendizaje de idiomas, para que cada episodio sea tanto una ventana al mundo como una oportunidad de crecer. Sirve tu taza de café con leche y acompáñanos: hoy viajaremos de Asia a Europa y hasta el norte de África para entender juntos los cambios que están dando forma a nuestro presente.

Café con Leche 


Tema 1: Tailandia – Una crisis de moralidad e instituciones

Cuando pensamos en Tailandia, solemos imaginar templos dorados, monjes con túnicas color azafrán y una sociedad en la que el budismo actúa como columna vertebral moral. Más del 90% de los tailandeses se identifican como budistas, y durante siglos el clero ha sido visto como guardián del orden espiritual, la compasión y la integridad moral. Sin embargo, los últimos acontecimientos han sacudido esa imagen hasta sus cimientos.

El centro de esta historia es Luang Phor Alongkot, un monje de 65 años que alguna vez fue celebrado como héroe humanitario. En los años noventa alcanzó notoriedad nacional por fundar un hospicio para personas con VIH y sida en el templo Wat Phra Bat Namphu. En un momento de gran estigma social, su gesto de compasión le otorgó respeto dentro y fuera de Tailandia. Para muchos, Alongkot representaba la esencia misma de la caridad y la empatía budista.

Pero en agosto de 2025, ese mismo monje fue arrestado bajo cargos de malversación de fondos y lavado de dinero. Según la investigación, donaciones destinadas al hospicio y a proyectos comunitarios habrían sido desviadas. Su arresto ocurrió después de semanas de rumores, hasta que renunció como abad y se despojó de la túnica —un requisito legal para que un monje pueda ser procesado en Tailandia.

Lo que vuelve este caso explosivo no es solo la caída de un individuo, sino el patrón que simboliza. En los últimos años, se han multiplicado los escándalos de clérigos implicados en delitos: desde abusos sexuales hasta tráfico de drogas y corrupción financiera. La situación llegó a tal punto que la policía estableció una línea telefónica para denunciar a “monjes que se portan mal”. Pensemos en eso: una institución venerada durante siglos ahora necesita un sistema de quejas públicas para controlar su conducta.

El caso de Alongkot, por lo tanto, revela un problema sistémico de rendición de cuentas. Para la sociedad tailandesa, la desilusión es profunda. Si incluso los monjes más admirados, vinculados a la compasión y al servicio humanitario, caen en la corrupción, ¿qué queda de la confianza pública?

Las consecuencias de segundo orden son graves. En primer lugar, se amenaza el flujo de donaciones y apoyo económico hacia los templos, que cumplen un papel central no solo en la vida religiosa, sino también en el bienestar comunitario y la educación. En segundo lugar, existe el riesgo de una pérdida generacional de fe: los jóvenes, ya expuestos a perspectivas más seculares y globalizadas, podrían desconfiar cada vez más de la autenticidad del clero. Y en tercer lugar, la crisis expone al propio Estado, cuya incapacidad de garantizar la transparencia del Sangha genera críticas sobre su eficacia.

Para Tailandia, el escándalo es un llamado urgente a reformar la institución monástica. Se necesitan sistemas de control financiero, supervisión independiente y marcos legales más estrictos para restaurar la confianza. De lo contrario, cada nuevo escándalo seguirá erosionando la legitimidad de una de las instituciones más sagradas del país.

En resumen, el arresto de Luang Phor Alongkot no se trata solo de delitos individuales. Se trata del colapso de un contrato moral entre el pueblo y sus líderes espirituales. Y para Tailandia, eso representa no solo una crisis religiosa, sino una crisis nacional.


Tema 2: El oro – Un refugio en tiempos turbulentos

El oro siempre ha tenido un aura especial. Desde los faraones de Egipto hasta los inversionistas de Wall Street, este metal precioso ha sido símbolo universal de riqueza, poder y, sobre todo, seguridad. No se corroe, no depende de la solvencia de ninguna institución y, cuando reina la incertidumbre, brilla más que nunca. Y hoy, en 2025, el oro está cumpliendo plenamente con su reputación.

En agosto, los futuros de oro en la Bolsa de Comex alcanzaron un récord histórico de 3,534 dólares por onza. Los analistas incluso proyectan que podría llegar a los 3,600 dólares en 2026. Pero este número no es solo un triunfo de mercado: es un termómetro del miedo. Cuando el oro sube de forma tan marcada, lo que realmente refleja es una falta de confianza en las monedas, en la política y en las instituciones globales.

¿Qué impulsa este rally? No es un único factor, sino una tormenta perfecta de riesgos. Por un lado, están los vientos en contra de la economía global: presiones inflacionarias, un crecimiento ralentizado y un dólar estadounidense debilitado. Por otro, el factor político: tensiones geopolíticas en Asia, Europa y el norte de África, sumadas a la inestabilidad interna de la Reserva Federal de Estados Unidos. De hecho, un momento clave se produjo cuando un gobernador de la Fed fue destituido, generando dudas sobre la independencia del banco central. Ese episodio encendió alarmas en los mercados y empujó a los inversionistas hacia el oro.

Y es precisamente en este tipo de entornos donde el oro se convierte en refugio. La demanda es amplia y diversa. Los fondos cotizados en bolsa (ETF) aumentaron sus tenencias en un 16% en el segundo trimestre del año. Los bancos centrales, especialmente en economías emergentes, siguen comprando oro de manera constante. Y a nivel minorista, la participación se ha disparado. En India, por ejemplo, las cuentas de inversión en oro han crecido notablemente, reforzando una tradición cultural que ahora se combina con un interés financiero.

Lo llamativo de este repunte no es solo su magnitud, sino su persistencia. Durante los últimos tres años, el oro ha superado a índices bursátiles clave, como el Nifty 50 de India. La sabiduría popular, las acciones se veían como la principal fuente de rendimientos a largo plazo, mientras que el oro servía como un simple “paraguas” temporal. Pero hoy, esa narrativa se ha invertido: en un mundo donde la estabilidad parece cada vez más frágil, la preservación del capital importa más que el crecimiento.

Las implicaciones son profundas. Este rally indica que los inversionistas no esperan una tormenta pasajera, sino una era prolongada de inestabilidad. Es, en cierto modo, un voto de desconfianza hacia los sistemas financieros tradicionales.

El oro funciona entonces como un sismógrafo global: registra cada temblor político, cada duda económica, cada riesgo estratégico. Y el mensaje es claro: vivimos en un ciclo de desconfianza. Hasta que las instituciones políticas recuperen credibilidad y las economías muestren estabilidad, el oro seguirá siendo mucho más que un metal precioso. Será el espejo de nuestras ansiedades colectivas y el refugio por excelencia frente a lo incierto.


Tema 3: España – La crisis del submarino S-80 Plus

Los programas de adquisición de defensa suelen presentarse como símbolos de orgullo nacional, capacidad tecnológica e independencia estratégica. Para España, el programa de submarinos S-80 Plus debía cumplir justamente ese papel: producir en casa una flota moderna y avanzada que reforzara la capacidad naval del país. Sin embargo, lo que nació como un proyecto de prestigio se ha convertido en uno de los mayores bochornos de la ingeniería militar contemporánea.

Todo comenzó en 2004, cuando el gobierno español aprobó un presupuesto de 1,756 millones de euros para construir cuatro submarinos. La entrega del primero estaba prevista para 2011. Pero hoy, en 2025, los costes se han disparado hasta los 3,900 millones de euros, las entregas se han retrasado indefinidamente y, lo más grave, el programa quedó marcado por un error de diseño tan básico como catastrófico.

Ese error fue un cálculo equivocado de 70 toneladas en el peso del submarino. Dicho de manera simple: las naves eran demasiado pesadas para volver a la superficie una vez sumergidas. Imaginemos el absurdo: un submarino diseñado para hundirse, pero incapaz de emerger. Algunos informes atribuyen la falla a un ingeniero que habría “movido mal un punto decimal”. Lo que parecía un detalle mínimo terminó siendo calificado como “el error matemático más caro de la historia”.

La solución tampoco fue sencilla. Para corregir el problema de flotabilidad, los ingenieros tuvieron que alargar el casco en 10 metros. Pero ese arreglo generó un nuevo problema: los submarinos, ahora más largos, no caben en los diques de la base naval de Cartagena. Esto obligó a planificar costosas obras de infraestructura para ampliar las instalaciones, sumando aún más retrasos y gastos al proyecto.

Lo más revelador es que esta crisis no responde a un rechazo internacional, sino a un fracaso interno. El caso refleja deficiencias graves en la supervisión de proyectos, la gestión de riesgos y el control de calidad dentro del complejo industrial militar español. En el ámbito de la defensa, un pequeño error puede desencadenar una reacción en cadena con consecuencias multimillonarias.

A pesar de la evidencia, las autoridades insisten en que el programa sigue siendo “absolutamente viable”. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido públicamente la continuidad del proyecto. Pero esas declaraciones contrastan con una realidad que muestra costes descontrolados, demoras interminables y un daño considerable a la credibilidad del país.

La lección es clara: en proyectos complejos y de alto riesgo, no se puede depender de un único punto de fallo. Se necesitan revisiones rigurosas, verificaciones independientes y sistemas que prevengan errores críticos. El caso del S-80 Plus ilustra cómo una cadena de fallos puede convertir un proyecto estratégico en un ejemplo mundial de mala gestión.

En última instancia, la crisis no es solo técnica o financiera. Es una cuestión de confianza. Confianza en la capacidad del Estado para supervisar, en los ingenieros para ejecutar, y en la industria nacional para entregar lo prometido. Cuando esa confianza se socava, el daño va más allá de los números: afecta la credibilidad internacional y la capacidad de proyectar poder. El “submarino que no flotaba” será recordado como una advertencia de lo caro que puede resultar un error en el mundo de la defensa.


Tema 4: Indonesia – Sharia, autonomía y derechos humanos

Indonesia es la democracia musulmana más grande del mundo. Con más de 270 millones de habitantes y una constitución que consagra el pluralismo, a menudo se la presenta como ejemplo de convivencia entre Islam y democracia. Pero en la provincia de Aceh, la realidad es distinta: allí rige un sistema legal autónomo basado en la Sharia que ha generado tensiones profundas entre la autonomía local y los compromisos nacionales e internacionales de derechos humanos.

Aceh obtuvo un estatus especial como parte de un acuerdo de paz que puso fin a décadas de conflicto separatista. Desde 2015, esa autonomía incluye la facultad de aplicar el qanun jinayat, un código penal islámico que criminaliza actos considerados “inmorales”, como las relaciones entre personas del mismo sexo, el adulterio, el consumo de alcohol o el juego.

El resultado es la práctica de castigos corporales en público. Recientemente, dos hombres fueron condenados a 76 azotes cada uno por mantener relaciones sexuales consensuales. Ese mismo día, otras ocho personas fueron flageladas por adulterio y apuestas. Estas flagelaciones se realizan en plazas públicas, ante espectadores que, en ocasiones, graban videos y los difunden. Para las autoridades locales, este método busca disuadir a la población y reafirmar valores religiosos.

Sin embargo, la condena internacional no se ha hecho esperar. Amnistía Internacional calificó la práctica como “un acto perturbador de discriminación y crueldad sancionado por el Estado”, subrayando que podría constituir tortura según el derecho internacional. Organizaciones de derechos humanos destacan la contradicción: Indonesia ha ratificado tratados como la Convención de la ONU contra la Tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Pero en Aceh, estas obligaciones parecen quedar anuladas por la autonomía provincial.

El problema es estructural. La política de “dejar hacer” de Yakarta refleja un cálculo delicado: intervenir en Aceh podría reavivar tensiones separatistas, pero no hacerlo implica tolerar un sistema que discrimina y humilla públicamente a parte de sus ciudadanos. En la práctica, el Estado está permitiendo que la autonomía regional prevalezca sobre los principios constitucionales de igualdad y no discriminación.

Las consecuencias humanas son devastadoras. Para la comunidad LGBTQ, el mensaje es claro: su identidad está criminalizada. Para mujeres acusadas de adulterio o personas sorprendidas en conductas “inmorales”, el castigo se convierte en un espectáculo de humillación pública. Más allá del sufrimiento individual, la reputación internacional de Indonesia se ve erosionada: el país que se presenta como modelo de tolerancia democrática aparece ahora en los titulares por violaciones flagrantes de derechos humanos.

El caso de Aceh plantea un dilema más amplio: ¿hasta dónde puede llegar la autonomía regional cuando choca con principios universales? ¿Qué pasa con la cohesión nacional cuando un territorio aplica leyes que contradicen compromisos internacionales? Y, sobre todo, ¿puede Indonesia seguir presentándose como democracia pluralista si tolera prácticas que institucionalizan la discriminación?

Por ahora, el gobierno central guarda silencio. Pero la presión internacional aumenta, y tarde o temprano Yakarta deberá decidir: ¿protegerá la autonomía de Aceh a cualquier costo o defenderá los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos?


Tema 5: Sáhara Occidental – Alineamientos diplomáticos cambiantes

El conflicto del Sáhara Occidental es uno de los más antiguos y complejos del norte de África. Desde la retirada de España en 1975, la región ha estado dividida entre Marruecos, que reclama soberanía, y el Frente Polisario, que lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui. Durante décadas, la posición oficial de la ONU ha sido clara: resolver el conflicto mediante un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, esa premisa se ha ido erosionando, no en los campos de batalla, sino en los salones de la diplomacia.

El punto de inflexión llegó en diciembre de 2020, cuando Estados Unidos, bajo la administración Trump, reconoció formalmente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Esta decisión no fue gratuita: formó parte de un acuerdo más amplio dentro de los Acuerdos de Abraham, mediante el cual Marruecos normalizó relaciones con Israel. Es decir, el futuro del pueblo saharaui se convirtió en moneda de cambio dentro de un pacto geopolítico global.

Poco después, Francia se alineó con Rabat, rompiendo con la postura de estricta neutralidad que había mantenido como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Una visita oficial al territorio disputado y las declaraciones del presidente Emmanuel Macron respaldando el plan de autonomía marroquí confirmaron este giro. Para Argelia, tradicional aliado del Polisario, esto fue una traición abierta y una violación del derecho internacional.

Estas decisiones importan porque cambian las reglas del juego diplomático. Con Washington y París apoyando claramente a Marruecos, el Frente Polisario queda cada vez más marginado, y la capacidad de la ONU para mediar en un proceso basado en la autodeterminación se ve debilitada. En la práctica, el equilibrio internacional se ha desplazado hacia Rabat.

Paradójicamente, este realineamiento diplomático también ha traído una reducción en la intensidad del conflicto armado. Tras la ruptura del alto el fuego en 2020, hubo enfrentamientos y ataques con drones. Pero en los últimos meses, los reportes señalan una disminución significativa de los ataques marroquíes, en parte por la presión discreta de Washington para retomar un marco de negociación bajo un nuevo enviado de la ONU.

La lección más amplia es inquietante: el principio de autodeterminación, considerado durante décadas como pilar del derecho internacional, está siendo tratado cada vez más como un elemento negociable. Para Estados Unidos, el Sáhara Occidental fue un “intercambio” dentro de un acuerdo estratégico con Israel y Marruecos. Para Francia, el apoyo a Rabat fortalece su influencia regional en un momento en que pierde terreno en África.

Esto plantea preguntas profundas: ¿qué precedente sienta este caso para otros conflictos territoriales en el mundo? ¿Podrá la autodeterminación seguir siendo un derecho fundamental, o se convertirá en una ficha más en los tableros geopolíticos?

Para Marruecos, el giro diplomático representa un triunfo estratégico. Para el Polisario y Argelia, una derrota significativa. Y para el sistema internacional, una advertencia: la era de la diplomacia transaccional ya está aquí, y los principios que parecían inamovibles pueden cambiar de valor dependiendo de los intereses del momento.

Gracias por acompañarnos en Café con Leche. Recuerda: este es un espacio para mantenernos informados, pero también para disfrutar del aprendizaje entre dos idiomas y dos culturas. Si te gustó este episodio, compártelo con tus amigos, deja tu comentario y únete la próxima semana para otro recorrido bilingüe por la actualidad internacional. Hasta entonces, mantente curioso, crítico y con tu café en mano.

Café con Leche:  Powerwords & Expressoins (Palabras y Expresiones Clave)


Tema 1: Tailandia – Una crisis de moralidad e instituciones

Palabras

  • Túnicas color azafrán: saffron-robed
  • Columna vertebral: backbone
  • Clero: clergy
  • Guardián: guardian
  • Empatía: empathy
  • Malversación de fondos: embezzlement
  • Desviadas: siphoned away
  • Se despojó de la túnica: disrobing
  • Sistémico: systemic
  • Desilusión es profunda: disorienting
  • Agrava: compounds
  • Erosión: erosion
  • Colapso: unraveling

Expresiones

  • Han sacudido esa imagen hasta sus cimientos: shaken that image to its very core
  • Un flujo constante de deshonra: a steady stream of disgrace
  • Consecuencias de segundo orden: second-order consequences
  • Desconfiar de la autenticidad: to doubt the authenticity
  • El Sangha: the Sangha
  • Un contrato moral: a moral contract

Tema 2: El oro – Un refugio en tiempos turbulentos

Palabras

  • Aura: mystique
  • Faraones: pharaohs
  • Corroerse: corrode
  • Impagar: default
  • Termómetro: barometer
  • Convergencia: convergence
  • Vientos en contra: headwinds
  • Geopolítico: geopolitical
  • Custodios: stewards
  • Acuden en masa a: flock to
  • Persistencia: endurance
  • Superado: outperformed
  • Sismógrafo: seismograph

Expresiones

  • Cumpliendo plenamente con su reputación: living up to its reputation
  • Una tormenta perfecta de riesgos: a convergence of risks
  • Encendió alarmas: sent ripples through
  • La sabiduría popular: conventional wisdom
  • Preparándose para: bracing for
  • Un ciclo de desconfianza: a cycle of mistrust

Tema 3: España – La crisis del submarino S-80 Plus

Palabras

  • Adquisición: procurement
  • Bochornos: debacles
  • Desembocar en: spiral into
  • Catastrófico: catastrophic
  • Falla: blunder
  • Flotabilidad: buoyancy
  • Se ha disparado: snowballed
  • Socava: undermines
  • Vacío: hollow
  • Garantías: reassurances
  • Reacción en cadena: cascade
  • Reverberar: reverberate
  • Advertencia: cautionary tale

Expresiones

  • Caso de estudio: case study
  • Costos en espiral: spiraling costs
  • Se redujo a: boiled down to
  • Punto único de fallo: single point of failure
  • De alto riesgo: high-stakes

Tema 4: Indonesia – Sharia, autonomía y derechos humanos

Palabras

  • Consagra: enshrines
  • Pluralismo: pluralism
  • Separatista: separatist
  • Estatutos: bylaws
  • Azotes: lashes
  • Flagelados: flogged
  • Condenatoria: damning
  • Contradicción: contradiction
  • Vulnerable: vulnerable
  • Fragmentación: fragmentation
  • Reconciliar: reconcile
  • Institucionalizado: institutionalized

Expresiones

  • Adoptado una actitud de no intervención: taken a hands-off approach
  • Contradicción flagrante: glaring contradiction
  • Humillación pública: public humiliation
  • Implicaciones más amplias: wider implications
  • Contradecir abiertamente: openly contradict

Tema 5: Sáhara Occidental – Alineamientos diplomáticos cambiantes

Palabras

  • Intersección: intersection
  • Disputa congelada: frozen dispute
  • Soberanía: sovereignty
  • Referéndum: referendum
  • Erosionado: eroded
  • Transaccional: transactional
  • Enredado: entangled
  • Marginado: sidelined
  • Moneda de cambio: bargaining chip
  • Triunfo: triumph
  • Precedente: precedent

Expresiones

  • En nombre de: on behalf of
  • Principio rector: guiding principle
  • Atrapado en un punto muerto: caught in a stalemate
  • Cambió el equilibrio: shifted the balance
  • A puerta cerrada: behind closed doors